La escritora mexicana Mónica Lavín llega a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2025 con “La ausencia”, una novela donde la búsqueda de inspiración, la memoria literaria y los fantasmas del pasado convergen en un relato que combina ficción, biografía imaginada y un trasfondo de misterio. El libro será presentado el lunes 1 de diciembre, de 17:30 a 18:20 horas, en el Salón 3 (planta baja) de la Expo Guadalajara, acompañada por Pedro Ángel Palou. La obra aparece bajo el sello Planeta.
Además, Lavín también presentará el audiolibro “Capítulo uno”, una producción de Everand Originals, el miércoles 3 de diciembre de 17:00 a 17:50 horas en el Salón 2. Participarán Baxter, Magali Ortega e Irene Azuela.
Una novela que explora los alcances de la ausencia
En “La ausencia”, Lavín entreteje dos líneas temporales: por un lado, la coincidencia real en 1941 de tres figuras fundamentales de la literatura estadounidense —Carson McCullers, Katherine Anne Porter y Eudora Welty— en una residencia artística; y por otro, la historia contemporánea de Lavinia Melín, una escritora mexicana que atraviesa una crisis creativa.
Lavín explica que uno de los motores de la novela fue la inquietud por imaginar qué ocurre cuando la inspiración se extingue. “Me gusta esto de las musas… la ausencia de las musas”, comentó durante la charla. Para ella, era fundamental que Lavinia enfrentara ese vacío: “De repente esta sensación de que no tienes ya causa ni propósito… porque no hay algo poderoso que te ponga en el juego de la escritura”.
La autora subraya que quiso que su protagonista sufriera “esa ausencia de causa, de propósito, de un motivo, tema o musas” y que, desde ese vacío, buscara un encuentro con las escritoras que marcaron su formación. Esto abre la puerta a un juego temporal en el que la ficción convive con hechos y figuras reales.
Tres escritoras, una desaparición y un enigma
La novela se inspira en un hecho histórico: la convivencia de McCullers, Porter y Welty en una residencia literaria. Pero Lavín inserta un elemento de suspenso al añadir la desaparición ficticia de una joven autora llamada Beth. “Lo que pasó en esa residencia ya es parte de la ficción… pero yo les invento una ausencia también”, explicó.
Ese misterio impulsa la trama y permite reflexionar sobre cómo las historias surgen también de lo que no está. “Puede que las historias estén en la ausencia, en lo inesperado, en lo que te pone a prueba”, señaló.
La autora relaciona este tema con el contexto de México, donde la desaparición es un dolor cotidiano. “Vivimos en un país de desaparecidos… nos deja impotentes, orillados a un dolor que uno no sabe qué hacer con él”, expresó. Esa imposibilidad de obtener respuestas dialoga con el espíritu de la escritura: “El dolor de cuando alguien desaparece… esa imposibilidad de tener respuestas tiene que ver también con el espíritu de la escritura”.
Libertad formal y experimentación narrativa
Para Lavín, “La ausencia” representó un desafío creativo: “Me gustó mucho el reto de hacer algo distinto a lo que he hecho”. La novela combina planos temporales, voces múltiples y un acercamiento a lo fantástico que la escritora no había explorado tanto en obras previas.
“Hay una libertad también para trabajar los planos temporales, las voces narrativas, lo que nunca se sabe, el misterio”, añade. La autora construye escenas basadas en biografías, pero también decide inventar una para su protagonista: “Inventar biografías es una ficción, pero parece un personaje real”.
El diálogo entre la escritora de hoy y la de ayer
Además de presentar esta novela, Lavín lanza “Capítulo uno”, un audiolibro autobiográfico donde revisita su propio inicio en la literatura. El proyecto incluye un ejercicio sonoro en el que dialoga con su yo adolescente. “Grabé una parte que es un diálogo entre la Mónica de hoy y la Mónica joven con Irene Azuela”, detalló.
El audiolibro la llevó a revisar cuadernos personales: “Me encontré mi libreta de los 16… y mi libreta de los 24, donde están los cuentos que apuntan al libro que salió cuando yo tenía 30 años”. Para ella, la experiencia fue entrañable: “Pude saber qué onda conmigo a los 16… ya escribía cuentos pero no sabía qué quería hacer en la vida”.
Una autora en movimiento
Aunque “La ausencia” apenas inicia su recorrido con los lectores, Lavín ya piensa en su siguiente proyecto. “Tengo ideas en libretas… ya sé que cuando empiece es como emprender un viaje incierto”, señaló. Lleva un registro constante que le permite madurar cada novela: “Necesito anotar… es como voy pensando, voy tanteando”.
La escritora confiesa que ahora vive la creación literaria con más calma que en su juventud: “Ahorita despejé la cancha… tengo más tranquilidad para habitar la escritura sin prisa”. En la FIL, se muestra expectante sobre la recepción de su nueva novela: “Me interesa mucho la reacción de los lectores… cómo me van a acompañar”.
