La doble moral es una contradicción constante que vive el ser humano, solo quien es capaz de mostrarse al mundo sin caretas se la pasa de puta madre, y acorde con esa filosofía, es que la boricua Kany García ha aprendido a vivir su vida, relajada, dejando que todo se les resbale. A estas alturas del partido no le importa el qué dirán y eso se transmite en la reciente música que está creando, como su sencillo que precisamente se llama “DPM”, el cual ya está disponible en plataformas digitales.
En Rosa Distrito cuestionamos a Kany sobre qué piensa de la gente que estigmatiza la felicidad de los demás, que les dice cómo deberían vivir sus emociones cuando este es un proceso que cada quien vive a su manera.
“Yo creo que nosotros siempre andamos con el rifle en la mano para juzgar absolutamente los estados anímicos de la gente. Yo no sé de dónde proviene esto, si es desde la envidia o de sentirnos en la potestad de poder opinar y de poder sentir que la vida del otro me pertenece y que yo establezco cómo esa persona debe de vivir o de sentir”.
Reitera Kany que hay quienes digieren sus emociones de maneras distintas y muy particulares. “Yo recuerdo que cuando mi papá falleció, una amiga me decía: ‘Llevas tres días que no has llorado, tú tienes que llorar porque es increíble que tu papá murió y tú no lloras’. Y yo me reía porque decía, pero cómo la gente debe entender que yo debo de percibir la tristeza y el duelo como ellos piensan que yo lo debo de percibir. Claramente tuve mis momentos de llanto, pero quizá soy el tipo de persona que no se me da a los tres días sino a los 10, soy lenta a veces en mi manera de recibir las cosas”.
Reconoce que también para lo bueno vive un proceso similar, a veces le suceden cosas importantes, pero se tarda en reaccionar y digerir. “Yo he vivido desde lo personal el que se opine mucho sobre cómo yo debo de reaccionar ante ciertas cosas, y me importa cada vez menos, me doy cuenta que siempre la gente va a creer que tiene el manual y el libreto de cómo yo debo de vivir mi vida, pero al final ese libreto y ese manual no los tengo ni yo misma, muchas veces estoy fluyendo o improvisando porque la vida es así”.
Precisamente este concepto de felicidad que se transmite en este nuevo sencillo “DPM”, Kany lo diversificará en la placa que ya tiene en desarrollo. “Yo recuerdo que cuando acabé esta canción que fue la primera de este proyecto que quise hacer, de un ejercicio de escribir con otros –que no todo el álbum es así, pero varias canciones sí–, tomé a Servando (coautor) para ponernos a bailar, y me la pasé tan bien que dije: ‘qué bueno es hacer canciones que te pongan de buenas’, no necesariamente cayendo en la superficialidad y tampoco cayendo en canciones rítmicas, sino (pensando) en por qué tenemos que hablar de los duelos desde el lado dramático o nostálgico, cuando hay un montón de cosas que son muy bonitas de los duelos”.
Además, comparte que este álbum también tendrá colaboraciones. “Habrá invitados especiales, hay dos canciones puntualmente que todavía no he compartido, porque yo hasta que no grabe, pero ya están invitadísimos y todo va bastante avanzado”.
Finalmente, comparte Kany que para ella es una experiencia indescriptible cuando el público hace suyas sus canciones, resalta que a veces las historias en las que se inspira o que le pasan no son ni tan buenas, hasta que descubre a la gente que se le acerca para contarle cómo sus canciones hicieron un cambio en ellas, y resultan ser mejores anécdotas que las que ella se hubiera imaginado.