La resiliencia hace a las madres poderosas

De todas las experiencias que vienen incluidas cuando te conviertes en mamá, hay una que la considero de las más valiosas e importantes, una que tienes que llevar contigo prácticamente por obligación: la resiliencia. Si esta no se logra desarrollar favorablemente, y no somos capaces de sobrellevar el dolor y las grandes pérdidas nuestra familia puede desestabilizarse.

Una vez que te vuelves la luz y el mundo entero para alguien que nació de ti es tu obligación volverte fuerte por dentro y por fuera. Es importante disimular ante ellos tus penas, sobrellevar que estás destruida a raíz de una fuerte experiencia por la que pasaste, y estar convencida de que tu dolorosa pérdida con la que te encuentras cada noche al terminar tu día, poco a poco se irá haciendo más llevadera, porque es mentira que se olvida, es mentira que deja de doler, es mentira que mientras más viejo eres, menos duele; lo que sí es real es que maduras en ese dolor y aprendes de esa pérdida.

Recuerdo hace casi dos años que tuve el peor día de mi vida, que sufrí la más grande tristeza que he experimentado, que tenía que tomarme un pequeño tiempo al día para respirar profundo y contener el llanto, y tenía que arrimar una caja de pañuelos cada noche porque sabía que sería sacudida por el reclamo de no aceptar lo que me había sucedido, recuerdo esos días que pasaron demasiado lento y que llegaba la mañana y esos pequeños bracitos estirados que pedían abrazo –además del desayuno– me decían que necesitaba ser más fuerte, que mi vida no era la que había terminado.

La resiliencia, es esa capacidad para superar las situaciones traumáticas en cualquier ser humano, es una gran cualidad, pero en una madre la resiliencia se vuelve un súper poder, un encantamiento de magia que forzosamente se tiene que usar para que nuestra familia siga teniendo lo que merece de nosotros, y solo se puede usar una vez que se reúnen las fuerzas suficientes y juntarlas depende de cada uno de nosotros, no se trata de tener el corazón de acero o volvernos indiferentes, se trata de aprender lo que cada experiencia nos brinda de conocimiento, madurar con él y tomar la decisión de seguir adelante.

Nunca sabremos que nos encontraremos en el camino de nuestras vidas, ni si esa ruta será larga o corta, también es incierto quienes podrán o querrán quedarse hasta el final a nuestro lado, pero de lo que si somos dueños es de esos momentos que atesoramos para siempre, de esas charlas que se quedan en nuestra memoria y nos acompañan, de las más grandes alegrías que compartimos. Y aunque nuestro mundo se encuentre destrozado, el recordar que para algunas personitas somos todo su mundo, nos hará sentir que todo ha valido la pena.

  • “Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear con una situación que no podemos cambiar”, Dalai Lama.
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Jaqueline Vidales

Soy una mujer de distintas facetas: creativa, profesional, esposa y madre. Amo a mi familia, valoro a mis amigos y disfruto del tiempo que paso con ellos. Abro mis sentidos a las experiencias más enriquecedoras de la vida.

RosaDistrito

En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

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