SARAO: Confianza

La siguiente historia forma parte de la convocatoria #Sarao2020 convocada por Robsmx en alianza con Codise AC, Guadalajara Pride, Puro Mole y Rosa Distrito. El objetivo de la convocatoria es impulsar la escritura de historias LGBTIQ+ del país. Como resultado se creó un libro digital con 17 historias que puedes descargar gratuitamente en www.librosarao.com.
Con el objetivo de seguir dando visibilidad a las historias que recibimos, las estaremos publicando semanalmente para que las puedan disfrutar tanto como nosotros. ¡Disfruta esta historia y compártela con el hashtag #Sarao2020!

Confianza
Por Héctor Vigón

Ayer, por milésima ocasión, me di la oportunidad de confiar.

Como en veces anteriores, me sentí fuerte al descubrir personajes nuevos de la novela; ellos siempre abiertos y alegres dispuestos a compartir, como yo, anécdotas inolvidables. Coincidir con charlas formadas desde perspectivas ajenas y desconocidas, esas palabras que te elevan a la satisfacción de explorar el mundo de seres humanos que, por casualidad, se han presentado de manera perfecta ante ti. Sus ojos anhelan vibrar contigo y mirar hacia la misma estrella de la noche, que brilla con sus destellos lejanos y nos recuerdan la luz radiante que existe; esa luz que, por mirar hacia el frente, muchos no volteamos a ver.

Confié, pues ahí he visto el reflejo de mi ser a través de otros; he viajado por más historias que ciudades gracias a tender mi mano, compartir mis risas y aceptar gestos de acercamiento de otros que, como yo, fluyen en el profundo sentir humano de compartir.

He devuelto vida, no tanto como lo han hecho conmigo. Así conocí a un gran amigo jaguar en Perú, con el que de la mano exploré la Amazonía; y ahí, dentro, navegué por sus venas hasta sentir su aroma selvático. Su aliento fue una oleada ardiente que dejó ver mis más guardados instintos, fundiendo el acero sobre ellos y dejando que saltaran dispuestos a morder sus labios. Hicimos yoga juntos a la orilla de la inmensidad… y todo fue por confiar, porque me dijeron que no hablara con extraños y que no me fuera de la mano con ellos. Me dijeron que no tomara mototaxis con locales, pero las manos de Germán y las ruedas de la mota me llevaron a un paraíso local.

Así encontré a mi familia en Guatemala quienes me recibieron como parte de la familia, siendo primerizo en sus vidas. Llegó un abrazo que traía incluidos grandes amigos movidos por la creatividad, artistas revolucionarios admirados por mí desde el primer día en que los vi.

Así probé las delicias del Medio Oriente en un bar de España, probé esa barba que parecía tejida, hebra a hebra por artesanos, esa sonrisa que asomaba la nostalgia del que se quiere enamorar, pero no era el momento indicado.

Así, recibí la mejor ronda de bicicletas en la ciudad de la que nadie espera y se ha convertido en un pedacito de mí: Ciudad Juárez. Un sinfín de regalos extraordinarios me han sido donados con la más profunda bondad que el mundo esconde entre sus líneas.

Hoy la confianza hurtó un equipo. La confianza me ha vuelto vulnerable ante una sociedad aprovechada y dolida que ha perdido el más básico sentido humano. Hoy desperté con lágrimas desesperadas, cuestionando: por qué no fue el Rorro, la Espe, la Inés o el Axel – mis infinitos superhéroes- quien entró a mi espacio para deleitar una charla con alcoholes, tabacos y canciones. Hoy se fue un pedacito de mi alma sabiendo que el culpable no es Oaxaca, el ladrón no es mi país, no es mi confianza… el maldito culpable es el asesino silencioso de la sociedad mexicana actual: la destrucción total del más profundo sentido de humanidad. Corromper el amor, la confianza, la alegría, la entrega, el compartir.

Esta corrupción emocional se ha vuelto pieza cotidiana del rompecabezas social. Se ha roto nuestro mundo.

Vemos mujeres que corren y golpean para no ser violadas o desaparecidas, el niño huye de los placeres erróneos de vecinos y tíos; el hombre grita desesperado buscando a su hermano que un día, al salir tarde de una calurosa discusión social revolucionaria dentro de su universidad, nunca volvió a cenar con su familia. La preferencia sexual es condenada más fuerte que los asesinatos, el aborto es una herramienta de extorsión ante niñas destrozadas por las más atroces decisiones de otros; cientos no sabemos dónde están…

Hoy la confianza es digna de pocos y no sé qué hacer… no soy víctima, soy una experiencia viva dispuesta a hacer un cambio. No se robaron mis alas, ni mi fé, mucho menos mi alegría. Me quitaron la venda de un mundo difícil que llora por ser escuchado, que se desmaya una vez al día queriendo olvidar lo que acaba de suceder. En este juego cruel, y casi siempre despiadado, brotan frutos coloridos y diversos para enseñarnos que la estrategia más efectiva para participar en esto, es demostrar que aun sin saber las reglas, y sin ninguna pretensión de engaño, la buena disposición y amor a la vida son los elementos claves y únicos para ganar.

El mundo es como es, pero yo sé que a través de viajar, crear, formar y escribir el mundo será un poco mejor cuando yo tenga que partir. Me desnudo ante el mundo para demostrar lo que juntos podemos lograr. Aquél que por mis ganas de seguir bailando y regalar mi beso me dejó vacío por un rato, le digo que ni arrancándome los ojos o el corazón, me quitará mis gritos de amor que jamás en su vida, sus oídos podrán escuchar.

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La Redacción

¡Sonríe, todo pasa, todo mejora! Equipo de redacción de Rosa Distrito.

RosaDistrito

En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

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