“Star Wars: Los Últimos Jedi”, bien a secas

Había visto la saga de “Star Wars” de manera muy dispersa hasta que hace unos meses, Netflix subió los primeros seis episodios y tuve la oportunidad de ponerme al corriente, así que ya puedo opinar más certeramente. El Episodio VIII –“Star Wars: Los Últimos Jedi”– cumple con el objetivo de entretener y hacernos pasar un rato ameno, pero llega para ser más de lo mismo.

El final del Episodio VII fue muy vertiginoso, cara a cara dos generaciones Jedi. Y no decepciona la espera de dos años, pero se reduce a un encuentro casi casual en la siguiente entrega donde caemos en clichés de varias películas: el maestro retirado que ya no quiere enseñar lo que sabe y ahí está el joven talento confrontándolo hasta que le haga caso.

Más que una señora película, mi percepción del Episodio VIII es que es una versión extendida de un capítulo de una serie de televisión de Disney, porque hay que decir que aunque la franquicia Lucasfilm tiene propia autonomía, la influencia del casa del ratón Mickey Mouse se nota, quizá para marcar territorio y hacerle ver al mundo a través de la mercadotecnia que Disney se ha convertido en el líder de las casas productoras que hacen entretenimiento.

Es mágico ver a la “Princesa Leia” (Carrie Fisher), sentir que no se ha ido a pesar de que en nuestra realidad ha dejado de existir y ahora que ya vimos el Episodio VIII, habrá que ver cuál es el desenlace que le dan en la siguiente película.

Con respecto a la música, la ambientación y la escenografía hay que ponerle 10, desde que la saga tomó nuevos aires, la esencia del universo de «Star Wars» ha estado intacta, incluso se pone mejor con los efectos tecnológicos de los que ahora se goza.

Hay una secuencia en específico que es estéticamente increíble, cuando “Rey” (Daisy Ridley) y “Kylo Ren” (Adam Driver) pelean contra unos soldados rojos después de la muerte de “Snoke”, artísticamente es bellísima esa escena. Sobre el resto del elenco, vemos una versión más audaz y osada de Luke Skywalker (Mark Hamill), pero eso sucede hacia el final de la cinta.

Es interesante ver a gente como Benicio del Toro y Laura Dern (que la amo desde que la vi en “Big Little Lies”) haciendo una participación corta, pero interesante. Sin embargo, esta vez estuvieron muy desperdiciadas, «Maz Kanata» (Lupita Nyong’o) y «Capitán Phasma» (Gwendoline Christie), sobretodo más la segunda que la primera, desde que descubrí a Gwendoline en “Game Of Thrones” vi que es tremenda actriz y por lo que entiendo, en el universo “Star Wars”, “Phasma” es un personaje importante, que aquí sale poco y no le dan el valor como actriz que merece Gwendoline Christie.

En fin, sí es una cinta divertida, con un humor muy Disney, pero que es autocomplaciente y no ofrece nada novedoso, pero como pertenece a la cultura pop, cada que haya algo nuevo sobre su universo, ahí estaremos pendientes para ver lo nuevo que se va sucediendo.

 

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Kike Esparza

Soy un periodista apasionado del cine, la música y la moda. Tengo una obsesión por contar las horas y estornudar una y otra vez cuando tengo que tomar una decisión. Quiero ser como Carrie Bradshaw.

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En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

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