Noche de lluvia, glitter y libertad. La cita era a las 20:00 horas este domingo 24 de agosto en el Auditorio Telmex, pero la mismísima Kylie Minogue decidió entrar en escena a las 20:30 horas, porque hermana… la lluvia también quería ser protagonista. Entre charcos, caos vial y mucho glitter, nadie perdió la emoción. Era claro que ningún fan iba a dejar plantada a la reina australiana, quien regresaba a Guadalajara después de casi 14 años de ausencia —la última vez fue en mayo del 2011 con su gira “Aphrodite”— para ofrecer un reencuentro inolvidable.
Y sí, la noche fue todo lo que se esperaba: poderosa, intensa, brillante y profundamente queer. El público de Kylie, en su mayoría LGBT, transformó el Auditorio en una pasarela de libertad: atuendos sexys, looks coloridos, tacones imposibles y drag queens espectaculares que hicieron de la velada un carnaval pop. Un concierto de Kylie no es solo música, es un espacio seguro donde cada quien puede ser la reina que siempre soñó ser.
Kylie apareció con un atuendo naranja plastificado, parte esencial de la apertura de sus conciertos en el “Tension Tour”. En la Ciudad de México lo hizo en rosa, en otras ciudades en morado o rojo, pero siempre con la misma estructura: estilizada, poderosa y futurista. Durante la noche, la diva cambió de vestuario en varias ocasiones: un traje rojo con capucha que arrancó gritos, un conjunto negro de lentejuelas, otro de texturas más minimalista, pero dejando claro que siempre impone moda.
La parafernalia visual también brilló: luces láser que evocaban un ambiente retro-futurista, visuales sofisticados y cosmopolitas, un despliegue fashion forward que dejó claro por qué Kylie es sinónimo de estilo contemporáneo y vanguardia. El Auditorio Telmex se convirtió en una discoteca lista para una fiesta eterna.
Kylie, hermana mexicana
Uno de los momentos más especiales ocurrió cuando el público le gritó al unísono: “¡Kylie, hermana, ya eres mexicana!”. La diva no pudo evitar emocionarse. Recordó que viene de un pequeño pueblo en Australia y confesó que recibir tanto cariño en Guadalajara era para ella un auténtico regalo. Ese gesto la conmovió tanto que respondió con cercanía, agradecimiento y calidez.
Durante el show, Kylie no se limitó a cantar: regaló rosas, se acercó al público, platicó con sus fans y se mostró como una amiga cercana, cómplice y juguetona. La energía era de amor mutuo: una reina pop y su público tapatío reconociéndose como familia queer.
El setlist de una diva
La lista de canciones fue un recorrido por los grandes himnos de Kylie, desde los clásicos que la han convertido en icono hasta los nuevos éxitos de “Tension”. Cada tema fue coreado como un mantra de libertad, como si cada verso perteneciera al público. Este fue el setlist completo en Guadalajara:
SECCIÓN 1
- Lights, Camera, Action / In Your Eyes / Get Outta My Way / What Do I Have to Do?
- Come Into My World
- Good Like That (a.k.a. Good As Gone) / Spinning Around
SECCIÓN 2
- On a Night Like This
- Last Night I Dreamt I Fell in Love
- Better the Devil You Know / Shocked
- Things We Do for Love
- Dancing
- The Loco-Motion
SECCIÓN 3
- Hold On to Now
- Wild Rose Moment
- Say Something
SECCIÓN 4
- Supernova
- Real Groove
- Magic
SECCIÓN 5
- Confide in Me
- Slow
- Timebomb / Especially for You
SECCIÓN 6
- Tension
- Can’t Get You Out of My Head
- Love at First Sight
SECCIÓN 7
- Padam Padam
- In My Arms
- Love at First Sight
Una noche inolvidable
Este regreso de Kylie Minogue a Guadalajara no fue solo un concierto: fue una celebración de identidad, diversidad y amor. Una noche donde la música se mezcló con la moda, la tecnología y, sobre todo, con la pasión de un público que la adoptó como suya. Después de 14 años, el reencuentro valió totalmente la pena: Kylie volvió como lo que es, una reina queer, eterna e imparable.