Austin Butler en la piel de Elvis Presley, el icono del rock and roll

Un referente del rock es Elvis Presley, una estrella cuyo legado sigue intacto al paso del tiempo. Y para contar su historia, había que encontrar a una persona vibrante y enigmática, con un sex appeal único y no había nadie más idóneo que Austin Butler para tal hazaña.

“Elvis” es un espectáculo majestuoso en pantalla grande, un proyecto de Warner Bros. Pictures y el visionario cineasta nominado al Oscar, Baz Luhrmann, quien explora la vida y la música de Elvis Presley, pero también del manger de éste, Tom Parker, interpretado por Tom Hanks.

Luhrmann es un genio para contar sus historias, apelando a lo visual en el más mínimo detalle para recrear atmósferas, analogías y conceptos que se van hilvanando con minuciosos performances cargados de arte, moda y lujo. La historia de Elvis (Butler), es un drama completamente cinematográfico, se ve a través de la lente de su complicada relación con su enigmático mánager, el coronel Tom Parker (Hanks).

Contada por Parker, la película se adentra en la compleja dinámica entre ambos que abarca más de 20 años, desde el ascenso a la fama de Presley hasta su estrellato sin precedentes, con el telón de fondo de la evolución del panorama cultural y la pérdida de la inocencia en Estados Unidos. En el centro de ese viaje se encuentra una de las personas más significativas e influyentes en la vida de Elvis, Priscilla Presley (Olivia DeJonge).

“Aunque esta historia se llama ‘Elvis’, también es la historia del Coronel Tom Parker, al menos en lo que respecta a su narración; él es nuestra entrada, nuestro narrador, y uno poco fiable”, afirma el guionista, director y productor Baz Luhrmann, cuya extensa investigación sobre el icono de la música Elvis le ayudó a descubrir la extraña asociación que se esconde tras el éxito público y las luchas personales del artista. “Como me gusta decir, el coronel Tom Parker nunca fue un coronel, nunca fue un Tom, nunca fue un Parker, pero es un personaje fascinante de todos modos. Dirigía una feria de paso dedicado a encontrar ese gran acto”.

Y lo encontró en un joven de Tupelo, Mississippi, al que Parker ayudaría a transformar en uno de los mayores actores del mundo de todos los tiempos: Elvis Presley.

“A mediados de los años 50, en algunas partes de Estados Unidos, los carnavales hacían la transición hacia la música, principalmente a los géneros country y western”, añade Luhrmann. “Pero Parker siempre buscaba lo extraordinario: el que ganaba más dinero, tenía un gran disfraz, emocionaba al público, tenía un giro extraño… Simplemente algo especial, como Elvis”.

Luhrmann reclutó al ganador del Oscar Tom Hanks para interpretar el papel de Parker, declarando: “Nunca había trabajado con Tom anteriormente, pero simplemente le conté la historia y antes incluso de llegar al video que había llevado para mostrarle lo que tenía en mente, me dijo: ‘Bueno, si me quieres soy tu hombre’. ¡Vaya regalo!”.

Un personaje que estaba destinado para Austin Butler

Pero, ¿cómo fue que Austin se incorporó al proyecto? Era una Navidad en Los Ángeles cuando Austin Butler se encontró cantando “Blue Christmas”, de Elvis Presley. Una elección clarividente para el actor, que recuerda: “Un par de semanas más tarde tocaba el piano en casa y empecé a cantar otras canciones de Elvis. Un buen amigo mío que estaba conmigo me agarró del brazo y me dijo: ‘Tú debes ser quien interprete a Elvis’”.

Dos días después, el agente de Butler le llamó para decirle que Baz Luhrmann realizaría una película sobre el icono. “Lo interpreté como una señal”, continúa, “y sentí que tenía que dejarlo todo para conseguir ese papel. Me obsesioné. Empecé a leer y ver todo lo que podía sobre la vida de Elvis, sus amigos, sus relaciones. Sólo escuchaba su música. Antes de que empezaran las audiciones, le envié a Baz un video en el que tocaba el piano y cantaba “Unchained Melody””.

Cuando por fin pudo conocer a Baz en persona, Butler dice que descubrió que “Baz es un ser humano increíble. Conectamos verdaderamente e iniciamos un proceso de muchos meses en el que hacíamos talleres y jugábamos con las ideas”, hasta que por fin llegó el día de la prueba de pantalla oficial. Sorprendentemente, el actor confiesa: “Pensé que lo hice todo mal. Había preparado tres canciones, pero Baz las cambió en el último momento y canté otras tres que no había preparado. Conociendo a Baz ahora, estoy seguro de que era una prueba para ver cómo me desenvolvía bajo presión, pero en ese momento sentí que había estropeado todo por completo”.

No tenía por qué preocuparse. Cuando unos días después le llamaron para darle la noticia de que sería él quien interpretaría a Elvis Presley, Butler recuerda: “Fue entonces cuando realmente sentí el peso de la situación. Me sentía nervioso todos los días porque quería hacerle justicia a él y a su familia, honrarle a él y a su vida. Era difícil no sentirse como un niño pequeño vestido con el traje de su padre, como si llevara unos zapatos enormes con los que apenas puede caminar”.

Luhrmann relata: “Austin emprendió un viaje extraordinario para interpretar este papel pero, sobre todo, para descubrir al ser humano que fue Elvis. Del mismo modo que Marilyn Monroe no es solo una estrella de cine más —encarna una época, un lugar, una sensibilidad, una simbología—, Elvis, tal como lo conocimos, sucedió en un abrir y cerrar de ojos. Pasó de ser un chofer de autobuses y al instante siguiente se convirtió en el hombre más famoso del mundo. Se hace famoso en el sur de Estado Unidos, y en un par de años aparece en Ed Sullivan y es el joven de quien todos hablan, el más provocador y más famoso del mundo, un millonario de la noche a la mañana. No había ningún precedente; no había un centenar de estrellas de rock antes de él. Estaba solo; es muy difícil estar a la altura de una imagen”.

Y, a pesar de la ventaja de la retrospectiva, un reto para interpretar una vida así para la pantalla grande. “Tuve la suerte de contar con mucha gente que me ayudó”, dice Butler, “empezando por Baz. Lo más brillante de Baz es que, de la forma más amable y cariñosa, te lleva a un lugar en el que puedes hacer más de lo que creías posible. Crea un entorno en el que eres libre de cometer errores y de probar cosas”.

Para interiorizar el físico de Elvis, Butler dice: “Trabajé con la entrenadora de movimiento Polly Bennett antes del rodaje y luego durante toda la filmación”, cuenta. “Ella fue una ayuda enorme, no sólo a moverme como él lo hacía, sino también a entender qué hace que una persona se mueva de la forma en que lo hizo”.

Hablar y cantar a la manera distintiva del icono era la verdadera clave del papel, y el actor también trabajó con varios entrenadores de voz diferentes, dice, “porque la voz es muy importante, y el dialecto. La voz de Elvis cambió mucho con los años”.

Luhrmann comenta: “Han habido muchas películas sobre Elvis y algunas utilizaron las canciones originales y, esencialmente, el elenco actuaba al ritmo de la pista; y otras han sido interpretaciones de una voz, y ambas han tenido éxito. Pero nos enfrentamos a una diferencia técnica muy simple: casi todas las grabaciones de Elvis antes de, digamos, los años 60, todas esas canciones clásicas de los años 50 son hermosas, pero son bastante nostálgicas; realmente no puedes usarlas para hacer una película porque se grabaron en acetato. Si dejamos de lado el hecho de que la calidad técnica no es tan buena; la realidad es que no es posible separar la voz de la melodía… un elemento crítico necesario para hacer una película. Por lo que, simplemente, no era una opción viable para la película que queríamos hacer. Eso significó que debimos crear el sonido.

Y tuvimos mucha suerte al encontrar a Austin, porque él fue capaz de cantar realmente como el Elvis de esa época, este tipo de sonido punk temprano y áspero del rock and roll”, continúa. “Al mismo tiempo, el trabajo de Austin fue el de presentar al hombre cuando toca el piano y está triste y cantaba “Are You Lonesome Tonight”, y no al que ya vivía en la luz pública. Revelar el Elvis privado y, sobre todo, poder proyectar la humanidad y espiritualidad del hombre. Creo que ese es un trabajo diferente, que implica actuar a través de la canción en lugar de personificar a un icono”.

El cineasta ideó una solución, trabajar con la voz de Butler y con la original. “No menos de la mitad de la película es la interpretación que hace Austin de Elvis. La otra idea fue, ‘Bueno, ¿y si mezclamos sus voces?’. Porque el último Elvis, el de esas grandes actuaciones en sus últimos años, es donde podríamos utilizar sus grabaciones. Así que lo que decidimos hacer fue mezclar los dos”.

Butler apreció el ingenio de Luhrmann y señala, “Baz es un genio en todos los sentidos de la palabra, pero no da eso por hecho, trabaja duro y su atención al detalle no se parece a la de nadie más. También es increíblemente comprensivo, amable, empático, cariñoso… Hace que todo el mundo se sienta bienvenido y no podría haber emprendido este viaje con ningún otro director”.

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Kike Esparza

Soy un periodista apasionado del cine, la música y la moda. Tengo una obsesión por contar las horas y estornudar una y otra vez cuando tengo que tomar una decisión. Quiero ser como Carrie Bradshaw.

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En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

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