En 1972, con el tema «Comme ils disent», el artista revolucionó la escena musical francesa al hablar sin prejuicios de la homosexualidad
Charles Aznavour, quien murió el pasado 1 de octubre a los 94 años, no sólo compuso canciones de amor. Algunos de sus más grandes éxitos fueron inspirados por problemáticas sociales, entre ellos «Comme ils disent», tema en el que, con un lenguaje fino y respetuoso, se habló por primera vez sin burlas de la homosexualidad en Francia.
Lanzado en 1972, este sencillo, que es una especie de homenaje a los gays afeminados, aquellos que están más expuestos a los ataques homofóbicos, se convirtió en una verdadera revolución: «Fue la primera vez que no nos burlamos de los homosexuales. Encontraba ridículos los ‘putos’, ‘los maricones’. Me parecían absolutamente absurdos. No nos correspondía a nosotros juzgarlos», recordó el cantante durante una entrevista con la BFMTV, en 2014. También comentó que estaba feliz por abordar estos temas. «Soy quien orgullosamente la compuso, aunque también colaboró Brassens».
Con esta canción, el letrista fue uno de los primeros personajes de la escena musical francesa en atreverse a discutir sin tabúes el tema de la homosexualidad que, incluso después de 1968, se resumía generalmente a una caricatura frívola o burlesca. «Nadie tiene derecho a la verdad, a juzgarme a culparme…», cantó Aznavour, quien tuvo el don de poner palabras en los temas importantes.
Numerosas voces y medios del colectivo LGBT rindieron homenaje al artista por su compromiso con la diversidad sexual y lamentaron su deceso, entre ellos Pierre et Gilles, Jean-Paul Gaultier y la revista Tetû, que publicó un artículo titulado «Con ‘Comme ils disent’, Charles Aznavour entendió todo sobre la homosexualidad masculina».
Cabe mencionar que durante su carrera, el cantautor fue víctima de la censura en varias ocasiones, aunque siempre tuvo la convicción de que «con el ejemplo de la literatura, la pintura o la foto, donde los artistas se permiten todo, uno puede decir lo que sea en una canción, siempre y cuando sea sincero, bien escrito y sin vulgaridad».
La partida de Aznavour es una gran pérdida para la música francesa.
COMO DICEN / CHARLES AZNAVOUR
Habito solo con mamá en un apartamento muy viejo calle Sarasate. Tengo para acompañarme una tortuga dos canarios y una gata.
Para dejar a mamá reposar, a menudo voy al mercado y a la cocina. Arreglo, lavo y seco, si llega el caso pincho también en la máquina.
El trabajo no me da miedo soy un poco decorador un poco estilista. Pero mi verdadero oficio es por la noche, lo ejerzo disfrazado, soy artista.
Tengo un número muy especial que acaba con desnudo integral después del strip-tease, y en la sala veo que los machos no creen lo que ven sus ojos. Soy un «homo» como dicen.
Hacia las tres de la mañana vamos a comer entre amigos de todos los sexos a un bar cualquiera. Y allí nos consagramos a corazón, alegría y sin complejos. Desembalamos las verdades sobre la gente que tenemos en la nariz, la lapidamos.
Pero lo hacemos con humor. Envueltos en retruécanos mojados de ácido encontramos a retrasados. Este juego de divas, los tenores de la tontería. Las burlas, las pullas dejan frío ya que es verdad soy un «homo» como dicen.
Cuando nace un día nuevo encuentro mi premio de soledad. Quito mis pestañas y mis cabellos como un pobre payaso desgraciado de cansancio.
Me acuesto pero no duermo, pienso en mis amores sin alegría tan irrisorios. En ese chico bello como un Dios que sin hacer nada prendió fuego a mi memoria.
Mi boca jamás se atreverá a reconocerle mi secreto dulce, mi drama tierno porque él es objeto de todos mis tormentos. Pasa más claro su tiempo en la cama con mujeres.
Nadie tiene derecho a la verdad, a juzgarme, a culparme, y preciso que es la naturaleza la única responsable si soy un «hombre oh» como dicen.
