Fotos de Leve González
Después de dos meses de funciones con localidades agotadas, la obra “Destello”, escrita por Michael Batten y protagonizada por Pablo Perroni y Alejandro Oliva, extiende su temporada en el Foro Lucerna. A partir del 29 de mayo, y como parte de las celebraciones por el mes del Orgullo, la puesta en escena se presentará de jueves a domingo, reafirmando su impacto como una propuesta escénica profunda, conmovedora y urgente en tiempos de discursos polarizados.
Pablo Perroni, actor, productor y miembro activo de la comunidad LGBT+, conversó con Rosa Distrito sobre la relevancia de esta obra que, desde su visión, trasciende el entretenimiento para convertirse en un espacio de reflexión, visibilidad y sanación colectiva.
“Siempre que haces una obra, que produces una obra, que buscas un texto, pues esperas que le vaya bien y que conecte con el público, sobre todo para una audiencia al que va dirigido. Pero es un volado, nunca hay certeza de absolutamente nada”, confiesa Perroni, quien además encabeza la producción de la obra. “Ha sido increíble ver cómo la gente responde a una historia que además es dura y fuerte… que sí confronta y sí duele”.

“Destello” narra la historia de “Julio” y “Carlos”, una pareja gay con una vida aparentemente perfecta, que se ve sacudida por un evento inesperado: una noche de lunes que cambia todo. A través de una narrativa no lineal, el montaje explora la memoria, los acuerdos de pareja, la salud mental, la edad y los traumas que persisten en la comunidad LGBT+ debido a la homofobia y otras violencias estructurales.
“Esta obra habla sobre recuerdos, sobre la salud física y mental, sobre envejecer, sobre los acuerdos en las relaciones, particularmente en las relaciones entre hombres gay”, puntualiza Pablo. “También habla de la homofobia, de cómo crecimos, de cómo cada uno fue buleado, lastimado, y cómo nos reconstruimos a partir de eso. De las heridas que esas agresiones dejan y cómo las convertimos en fuerza”.
El regreso de “Destello” durante junio no es fortuito. La decisión coincidió con una oportunidad inesperada en la cartelera teatral del Foro Lucerna, pero también se alinea con una causa que Pablo lleva como bandera: crear teatro que represente, cuestione y acompañe a la comunidad LGBT+.
“La verdad es que fue el destino”, dice sobre la extensión de temporada. “Se cayó una producción justo en esas cinco semanas de los fines de semana de junio y dije, ‘Bueno, esto es una señal, hay que tomarlo’. Y se está pudiendo hacer de jueves a domingo, justo en el mes del Orgullo”.
Con la dirección de Sebastián Sánchez Amunátegui, “Destello” no solo ha conquistado al público por su calidad técnica y actoral, sino por su honestidad emocional. Parte de ese logro, señala Perroni, tiene que ver con la elección de su compañero en escena, Alejandro Oliva, cuya participación fue resultado de una audición muy particular.
“Normalmente no hago audiciones para mis obras. Me gusta trabajar con gente que ya sé que vamos a trabajar bien. Pero para este personaje se necesitaba algo muy específico. Cuando llegó Alex, fue inmediato. Leímos toda la obra sin que él supiera nada del texto. Fue una cuestión de intuición muy fuerte. Desde la primera lectura me paré en una silla a abrazarlo. Él mide dos metros, literal”, recuerda con humor.
Más allá del físico, Pablo destaca la conexión emocional que lograron construir en escena: “La química es muy importante. Tienen que estar enamorados. Tienes que creer que realmente dan la vida el uno por el otro. Y eso sucede. La gente que ha ido lo comenta. La comunicación entre nosotros es padrísima, nunca ha habido un problema. Siempre ha habido mucho respeto”.

Además de la complejidad de los temas, Perroni destaca la exigencia física y emocional del montaje: “Es el personaje que más me ha demandado en todos los aspectos. Me estoy preparando para hacerlo cuatro veces a la semana. Eso va a estar rudo”.
En un contexto global donde los derechos LGBT+ están siendo cuestionados e incluso revertidos, “Destello” cobra aún más relevancia.
“Me gustaría decir que ya no son temas, pero parece que regresamos 50 años”, reflexiona. “En Estados Unidos es increíble lo que están viviendo. Todo por lo que se ha luchado, lo que se ha conseguido… es como si ya no existiera. Y en México seguimos en lo mismo. Solo hay que explorar tantito las redes sociales para ver el odio, la ignorancia absoluta respecto a la comunidad”.
Desde su trinchera teatral, Pablo tiene claro su objetivo: “De eso se trata el teatro, de conectar, de verte reflejado y sobre todo de hacerte preguntas. De poner los temas sobre la mesa y de generar conversación. Temas como la salud mental, las relaciones, el amor… son cosas que me ocupan”.
La temporada extendida de “Destello” promete ser una experiencia imperdible dentro del calendario cultural del mes del Orgullo, reafirmando que el teatro, cuando se hace con verdad, también puede ser un acto de resistencia. “Está bien padre ir al teatro y que cuenten parte de tu realidad. Y eso es lo que ha sucedido”. Funciones de jueves a domingo a partir del 29 de mayo en el Foro Lucerna. Boletos ya disponibles.