Las nuevas generaciones de músicos no tienen complejos a la hora de crear su sonido, trabajan con lo que tienen y con lo que los influencia, atrás quedaron los estereotipos y complejos que perpetuaban los creativos ortodoxos. Y como parte de esta nueva oleada de figuras musicales que están saliéndose del molde está El Último Viaje, agrupación chilena que acaba de lanzar su EP, “Migra”, un material que nos hace vibrar con el universo en una experimentación auditiva que lleva a otro nivel al rock latinoamericano.
Conversamos con Julián Ramírez y Daniel Vargas, quienes forman parte de este cuarteto, los otros dos son Josué Figueroa y Pablo Galleguillos. “Nosotros estamos trabajando desde hace como dos o tres años en el proyecto, yo compuse como una batería de 20 canciones y durante ese periodo hasta el 2018 fue que empezamos con el proceso de producirlas, de trabajar las maquetas finales y saber cuáles iban a quedar en el producto final, también cómo y con quién íbamos a grabar… todo el proceso, porque tenían que ser decisiones bien tomadas y bien pesadas”, cuenta Julián.
“Migra” es el tercer trabajo de estudio de la banda, después de haber lanzado “Recuerdos” (2013) y “Todo vuelve a empezar” (2016). “Migra” se desarrolló entre Chile y Argentina, contando con el respaldo de grandes exponentes de la música como Cristian Heyne, Fernando Herrera, Carlos Barros y el trasandino Guillermo Porro, ex productor de La Ley y del proyecto solista de Beto Cuevas, así como de excelentes bandas argentinas como 1915 y Make Mama Proud.
Comparte Daniel que el sonido contemporáneo y global que le imprimen a “Migra” tiene mucho que ver con el respaldo de los productores que estuvieron detrás del proyecto. “Dentro de lo que nosotros estábamos haciendo, me parece que esta nueva visión y con estas nuevas herramientas que hemos estado integrando, además de un hambre que teníamos como banda de comenzar a hacerlo, nos ha ayudado mucho trabajar con los productores. Nuestro objetivo de colaborar con otras personas dentro de lo que estábamos cocinando nosotros, nos ha ayudado no solamente a sacar nuestro potencial, también a tener una visión comercial de cómo la música se está haciendo en otras partes del mundo”.
Señala que tanto Julián como compositor y él y sus compañeros como instrumentistas, aprendieron mucho de esta nueva etapa en la cual se encuentran. “Nosotros con el ímpetu que tenemos de que nuestra música trascienda un poco más, hemos ido agregando nuevos elementos y sonidos. Nos parece que la gente que trabajó con nosotros nos hizo darle un sentimiento distinto a las canciones que ya teníamos listas”, reitera Daniel.
En ese sentido cuando se hace música, independientemente del estilo que sea, incentiva mucho que hoy la cercanía se acorta cuando un estilo se vuelve más global, sin que se pierda la esencia que caracteriza al solista o la banda, generando así un idioma más universal, donde muchos y muchas se pueden identificar y comulgar con la propuesta sonora de estas figuras musicales. “Al hablar en español, hacemos un pop chileno y eso no permite tener nuestra identidad, pero al mismo tiempo (también somos) un poco más transversales”, dice Julián.
En cuanto a promover música en tiempos de pandemia, dice Daniel que tuvieron la suerte de terminar de redondear “Migra” antes del confinamiento. Cuando viajaron a Argentina en febrero, ya había gente con cubrebocas, no pensaban en ese momento que el COVID-19 iba a cambiar la normalidad a nivel mundial –“las reglas del juego”– como él mismo lo dice.
“Al menos tuvimos la suerte de que para la música que estamos lanzando ahora, para las áreas de trabajo que no había forma de no hacerlo presencial, ya las teníamos listas. Entonces, ha sido bueno que durante el proceso de la masterización y la promoción, en este caso, hemos tenido reuniones por Zoom”, dice Daniel, sumado a las redes sociales que les permiten mantenerse conectados para difundir su propuesta. Sin embargo, las ganas de tocar en vivo son muy fuertes y esperan pronto poder hacerlo y así seguir con la promoción de “Migra”, un excelente EP que vale mucho la pena escuchar.
