Mariana Treviño, tú eres lo mejor de la película

Una de las actrices mexicanas más sobresalientes de los últimos cinco años es Mariana Treviño, quien se ha ganado el éxito del que ahora goza a pulso, por ser una mujer constante y entregada a su trabajo, por enfrascarse en los caminos correctos y porque es a toda madre –cabe mencionar–. Pero no todos sus proyecto están tan chidos como “Club de cuervos” o “La vida inmoral de la pareja ideal”, a veces hay piedritas en el camino y hay que decir que “Cómo cortar a tu patán” está malita.

Las comedias nacionales son un éxito, nadie lo niega, tienen ya un público cautivo, y los productores le están sacando el mayor provecho posible, pero también hay que cuidar las historias. Pienso en las últimas cintas como “No manches Frida”, “Hazlo como hombre”, “3 Idiotas”, “El que busca encuentra” o “Treintona, soltera y fantástica”, y todas podrían ser un capitulo extendido de una serie de televisión mexicana, todas tienen una fórmula similar, una estructura muy parecida, sí, funcionan en taquilla, pero hay que cuidar el guion y el ritmo, en eso fallan todas y “Cómo cortar a tu patán” no es la excepción.

Esta cinta que actualmente está en cartelera tiene una premisa bien importante justo ahora que se está haciendo conciencia de la equidad de género y de cómo las mujeres visibilizan su fuerza y su libertad. Y es que plantea cómo hay que salirse de las relaciones tóxicas y no tener miedo al decir “NO”, porque por no lastimar a la otra persona, o no arriesgarte a convivir con tu soledad, terminas aceptando relaciones de las que nada bueno vas a sacar. Sin embargo, conforme avanza la historia, todo se va desmoronando para quedar en el arquetipo de cinta romántica de Hollywood: “chico conoce chica” nada más que ahora es “chica conoce chico”. Y está bien, las chick flicks son para relajarse, pero creo que se pueden hacer mucho mejor las cosas.

A “Cómo cortar a tu patán” de Gabriela Tagliavini le falta ritmo, la historia va de más a menos, hasta volverse aburrida, le falta intención, los personajes que rodean a la protagonista “Amanda” (Treviño) son grises y apáticos y mucha de la culpa son los actores, Christopher Von Uckerman parece que tiene flojera en toda la cinta, no hay emoción, todo el nivel histriónico está contenido y Camila Sodi actúa de Camila Sodi. Los únicos que defienden bien sus roles son Sebastián Zurita y Mariana Treviño y es ella la chispa de la película y por quien vale la pena pagar el boleto, pero no jalen que descobijan, no le dejen todo el peso a la actriz regiomontana.

“Amanda” es una terapeuta que ayuda a sus pacientes mujeres a salir de relaciones complicadas o aburridas, que ya dieron lo que tenían que dar, implementa unas reglas que según ella, son las ideales para volver a recomenzar. También hay que decir que la escenografía está muy bonita, hay una apuesta visual importante.

Es una pena que el primer protagónico que le dan a Mariana en cine esté tan estereotipado, y aun así ella lo saca adelante, pero de lo malo, lo bueno, hay frases muy divertidas y simpáticas que se dan en la cinta, dignas de pertenecer a un rutina de stand up feminista bajo el contexto del “apendenamoramiento” que formula el filme. En fin, la cinta no ofrece nada nuevo, pero si es domingo y tienes ganas de palomitas y nachos, pues échatela, pero si no te urge, espera a que la suban a plataformas digitales.

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Kike Esparza

Soy un periodista apasionado del cine, la música y la moda. Tengo una obsesión por contar las horas y estornudar una y otra vez cuando tengo que tomar una decisión. Quiero ser como Carrie Bradshaw.

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En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

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