“Nomadland”, abrazar la soledad y hacerse uno mismo con ella

Hay quienes nacieron para se libres, para moverse de un lugar a otro, para resistir entre la miseria o la libertad, dependiendo del cristal con que se mire. Pero, ¿qué pasa cuando toca a la puerta la vejez? ¿Hay una delgada línea entre ser un vagabundo y un nómada? Sin duda “Nomadland” es una película que cimbra las emociones y nos hace cuestionarnos sobre la soledad, cómo vivirla sin temores y sin prejuicios.

Ya hacía tiempo que no me conmovía tanto con una cinta. A menudo que uno va creciendo y entrando en los años, se va percatando de otras cuestiones que se van desarrollando con el paso del tiempo, por ejemplo, te va preocupando tener un patrimonio, pensando en que debes de tenerlo para cuando llegue la vejez, y aunque para muchos nos falte tiempo en llegar a esa etapa, el tiempo se pasa volando, de ahí que las crisis existenciales aparezcan en el momento justo para decidir qué otro paso más vamos a dar en esta vida que parece un juego de ajedrez.

“Nomadland” de la directora Chloé Zhao, está nominada a seis premios de La Academia, incluyendo mejor película, dirección, actriz, cinematografía, guion adaptado y edición. La trama presenta a «Fern» (Frances McDormand), una mujer que tras perderlo todo, se convierte en una nómada a bordo de su furgoneta.

La película resulta ser muy introspectiva, retratando el significado de la soledad, sobre todo cómo la abordan las personas de más de 50 años, hombres y mujeres que viajan por Estados Unidos buscando empleos temporales para solventarse mientras viven la aventura de ser nómadas. Muchos tienen este espíritu de aventura desde el nacimiento, otros más por las circunstancias de sus propias vidas se ven en la necesidad de no tener casa y vivir refugiados en sus camionetas acondicionadas como viviendas.

A través de los ojos de “Fern” vamos viendo cómo se van dando esas historias donde en todas siempre permea la soledad, desde los hippies y los vagabundos jóvenes que van viviendo al día, disfrutado cada momento, o sintiéndose parte de todo y a la vez de la nada, hasta los ancianos que se preocupan por vivir con intensidad los últimos días de existencia. Y es que la soledad es un sentimiento al que le tenemos miedo, pero es la única emoción que siempre nos va a acompañar el resto de nuestros días, ¿qué curioso, no?

La fotografía de la película es impactante, emotiva y devastadora con unos paisajes maravillosos que nos inundan la mirada, pero que al mismo tiempo nos hace sentirnos diminutos en medio de la nada, esto también depende de la gran magia que desarrolla la directora, la cual logra una estela muy intimista.

Frances McDormand entrega una poderosa actuación desde la contención de las emociones, interpreta a una mujer fuerte que al mismo tiempo expresa más con la mirada, los suspiros y las gesticulaciones, no cualquiera tiene esa capacidad tan mágica de hablar con el cuerpo a través de la pantalla. Qué gran película es “Nomadland”.

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Kike Esparza

Soy un periodista apasionado del cine, la música y la moda. Tengo una obsesión por contar las horas y estornudar una y otra vez cuando tengo que tomar una decisión. Quiero ser como Carrie Bradshaw.

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En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

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