Basada en “Mucho ruido y pocas nueces” de William Shakespeare, la comedia romántica de Sony Pictures, “Con todos menos contigo”, es la típica chick flick americana donde un chico conoce a una chica, se enamoran, hay un conflicto y luego una resolución para estar juntos. La trama sigue una fórmula por todos conocida, que no suma nada a la conversación más que mero divertimento para el fin de semana.
La comedia protagonizada por Sydney Sweeney y Glen Powell es olvidable, carece de la chispa de las comedias románticas de Julia Roberts o Anne Hathaway, sin embargo, goza del carisma y sex appeal de Glen, por mucho, él se roba la película, es divertido, sexy e irreverente, tiene un coqueteo natural ineludible, como espectador agradeces constantemente verle el lavadero y los glúteos de ensueño.
Quien luce aburrida es Sydney Sweeney, le salen mucho mejor los roles dramáticos que los personajes ligeros. Interpreta a una mujer que está buscando su lugar en el mundo, pues acaba de dejar la carrera que estaba estudiando y también quiere superar una relación sentimental pese a que sus padres quieren que regrese con esa pareja de la que le dio vuelta a la página. El personaje de la actriz de “Euphoria” es chocante y berrinchudo, como dijeran en la serie de “María de todos los ángeles”: “La que es payasa, cae gorda”.
La comedia presenta escenario muy bellos de Australia donde Sydney y Glen como “Bea” y “Ben” son invitados a una boda, pues se casa la hermana de ella con la mejor amiga de él, pero si yo fuera las novias, no los invitaba ni de chiste, porque con sus problemas de “amor-odio” le roban cámara a las chicas, que entiendo debe ser así porque ellos son los protagonistas, pero entonces es culpa de los guionistas que como espectador te causen más empatía los personajes secundarios que los principales. En fin, es una comedia muy digerible con algunas inverosimilitudes que te va a distraer en un domingo de bajón.
Sinopsis
En la provocadora comedia, “Con todos menos contigo”, “Bea” (Sydney Sweeney) y “Ben” (Glen Powell) se ven como la pareja perfecta, pero después de una increíble primera cita, algo sucedió que volvió su candente relación en algo congelado; hasta que sorpresivamente se encontraron en una boda en Australia. Así que hicieron lo que dos adultos maduros harían: pretender que son una pareja.
