“Duna” es una pieza de arte con el poderío de un blockbuster

Durante la pasada inauguración de la edición 36 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), se presentó la cinta “Duna” del director Denis Villeneuve, una película impresionante, llena de códigos, mensajes y metáforas que quitan el aliento y te mantienen al filo de la silla.

“Duna” es un espectáculo visual que lo mismo es una pieza de arte, que un blockbuster. Navega entre el cine de autor y el cine que es para las grandes masas. Denis Villeneuve entrega una gran cinta con una narrativa metafórica sobre la supervivencia, el legado y el destino.

La película tiene todos los elementos para convertirse en una saga de culto como “Star Wars”, solo que el aporte de este proyecto va más allá de lo comercial, tiene una perspectiva y una estética muy artística, cada cuadro es una fotografía maravillosa que se siente viva y que genera emociones encontradas.

“Duna” cuenta la historia de “Paul Atreides” (Timothée Chalamet), un joven cuyo destino va más allá de su comprensión. Él debe viajar al planeta más peligroso del universo para garantizar el futuro de su familia y de su gente. Sin embargo, fuerzas malévolas estallan en conflicto debido a que el planeta es el proveedor exclusivo del recurso más valioso que existe, un producto capaz de desbloquear el potencial más grande de la humanidad.

El reparto en “Duna” está repleto de grandes estrellas. Zendaya, Rebecca Ferguson, Jason Momoa, Oscar Issac, Stellan Skarsgård, Dave Bautista, Javier Bardem y Josh Brolin, son algunas de las renombradas celebridades que con su talento redondean esta historia llena de magia y enigmas aún por descifrar.

Timothée a través de su personaje enfrenta esas dudas existenciales a las que nos hemos enfrentado todos, perseguir nuestros sueños o seguir el camino que ha idealizado nuestra familia. Esta premisa la hemos visto a menudo en las cintas de reyes y herederos, sin embargo, aquí el conflicto se establece desde lo místico, lo sobrenatural y lo apocalíptico.

Además, en esta historia el poder es otro protagonista, pero no desde la perspectiva de la riqueza, sino de la supervivencia. Antes, las guerras representadas en pantalla eran sobre bienes materiales, aquí es más bien sobre recursos, que con el paso de las décadas se han vuelto no renovables, como el uso del agua y la energía. La ciencia ficción tiene esa magia de plantearnos escenarios que nos confrontan, que aunque están llenas de ficción, se forman a partir de la realidad en la que nos encontramos. Ojalá no tarde en llegar la segunda parte de “Duna”.

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Kike Esparza

Soy un periodista apasionado del cine, la música y la moda. Tengo una obsesión por contar las horas y estornudar una y otra vez cuando tengo que tomar una decisión. Quiero ser como Carrie Bradshaw.

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En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

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