En Prime Video está disponible la primera temporada de la serie “Tengo que morir todas las noches” del director Ernesto Contreras, la cual es protagonizada por José Antonio Toledano, David Montalvo, Brays Efe, Cristina Rodlo, Silvia Navarro y Humberto Busto, quien este último está de visita en Guadalajara por las actividades de la edición 39 del FICG ya que participa como jurado en Premio Maguey, así que tuvimos oportunidad de conversar con él sobre este proyecto queer de ocho episodios.
La trama es sobre “Guillermo” (Toledano), un joven despierto, anheloso y que tiene la vida por delante; se quiere comer el mundo. Pero es homosexual y vive en Cuautla, un origen y un lugar que poco ofrece para alguien como él. “Es la primera serie 100% queer en México y de verdad estamos muy conmovidos, pues no existía nada así y se nota que está hecha desde la entraña y con absoluta sinceridad, además, se nota que está hecha por personas queer”.
Expresa que el equipo de escritores siempre estuvo muy presente sobre lo que proponían los talentos que sí pertenecen a la diversidad, “era muy interesante ver el proceso creativo de los involucrados mientras hacíamos la serie, porque de principio a fin está muy bien construida, todos los personajes tienen su complejidad, y los personajes que apuntan más hacia esta parte oscura y anti colectivo –reflejada aún más en la época de los 80– hasta ellos tienen dignidad y la posibilidad de entenderse. Entonces, se vuelve una serie muy emocional, yo que ya conozco la historia, lloro con las escenas”.
Resalta el actor que el personaje que interpreta, “Carlo”, es de los más importantes que ha realizado en su vida, “me da mucho gusto ver mi evolución como actor y el hecho de que este sea un tema que me atraviesa tanto (el de la diversidad) hace que particularmente este papel sea muy explosivo y profundo”.
Su papel está basado en alguien que sigue vivo, uno de los dueños mayoritarios del bar “El Nueve” donde se desarrolla la trama, “el cual fue muy icónico en esa época porque se convirtió en el primer lugar interseccional y de apertura hacia las diversidades y distintos contextos sociales y económicos, lo mismo iba gente de Tepito que María Félix con su hijo Enrique Álvarez Félix, fue un lugar donde también tocaron La Maldita Vecindad y Café Tacvba, además, se le daba un premio a las celebridades, y el lugar también era una tribu donde todos se protegían sobre esto que estaba sucediendo alrededor”, acota Busto.
La serie se basa en el libro “Tengo que morir todas las noches: Una crónica de los ochenta, el underground y la cultura gay” de Guillermo Osorno. “Es una crónica literaria alrededor de lo que sucedía en la década de los años 80 en el México contracultural y sexual, es como la historia alterna de lo que sucedía mientras pasaba el temblor (del 85) y la crisis económica donde la comunidad y el colectivo estábamos viviendo una opresión sistémica muy fuerte, con violencias muy graves, era una época donde incluso podían meterte a la casa si te veían meramente afeminado”.
Comparte además, Humberto que la serie plantea una versión libre del libro ya que el texto es muy extenso y también la narrativa ofrece una estética contemporánea, “para que también las nuevas generaciones no sientan la serie tan de otra época. Hay una decisión consciente de que estéticamente tenga que ver con las nuevas identidades. Además, es la primera serie que tiene la mayor cantidad de personas trans y no binarias en su elenco, lo cual es de celebrarse”, por ejemplo, La Bruja de Texcoco, entre otras.
Humberto también participa como director y productor con Guz Guevara, un importante activista en México, en un documental musical que gira en torno al disco que Guz compuso y grabó llamado “Inválido”, “que son siete canciones anticapacitistas y que tiene que ver con cómo generar un nuevo orden social que respete la diversidad con todos los cuerpos e identidades”.
Es jurado de Premio Maguey
A propósito de la edición 39 del FICG, en paralelo está en marcha la competencia Premio Maguey donde hay una selección de 16 películas que retratan la diversidad y donde Humberto es jurado. “Qué impresión la cantidad de películas tan diferentes que existen dentro de la diversidad, ver lo que se está haciendo en el cine contemporáneo actual a partir de directores queer es un bálsamo, pues te das cuenta de los enfoques tan distintos que pueden existir y cómo ya las historias no solo se centran en la salida del closet, o de las opresiones sistémicas que vivimos en la realidad, sino que (las temáticas) tienen que ver con la complejidad de los deseos, de cómo construimos nuestras identidades o los nuevos constructos de relación”.
A partir de estas historias, resalta Humberto se sintió cobijado. “Sí lloré con varias, lo cual es muy significativo, pues hay muchas películas mainstream que veo que ya no me tocan en nada, y aquí sí era muy impresionante, pues aunque son países muy distintos, inclusive con estadios históricos que influencian a los sistemas de violencia en cada lugar, de todas maneras hay vasos comunicantes, entiendes…”. Además, a Humberto le da mucho gusto que cada vez más haya filmes con temática trans, “pues creo que eso sí permite construir nuevos imaginarios, yo estoy totalmente convencido de que ninguna imagen es inmune, esto es muy refrescante”.
