Los thrillers que juegan con la intuición son los que me gustan más y “La mujer en la ventana” es uno de ellos, si bien se puede adivinar quién es el malo del cuento, te plantea escenarios posibles que te hacen dudar de lo que puede ser o no ser.
“Anna Fox” (Amy Adams), es una psicóloga infantil que debido a su agorafobia permanece confinada en su casa de Nueva York y observa por la ventana a la familia que se acaba de mudar enfrente. Su vida cambia por completo cuando, por accidente, es testigo de un crimen. Al salir a la luz algunos secretos, queda en evidencia que nada ni nadie es lo que parece. Las apariencias engañan y en esta trama todo puede pasar. Sin duda una cinta que nos mantiene al filo de las emociones.
“La mujer en la ventana” es un thriller de suspenso psicológico basado en la exitosa novela de A. J. Finn que Tracy Letts adaptó para la pantalla. En el elenco, además de Amy, están Gary Oldman, Anthony Mackie, Fred Hechinger, Wyatt Russell, Brian Tyree Henry, Tracy Letts, Jennifer Jason Leigh y Julianne Moore.
“Desde el momento en que recibí el guion, me fascinó la idea de sumergirme en la experiencia insular de ‘Anna’. Y también el poder acercarme a Joe Wright (el director), con quien he querido trabajar durante mucho tiempo. La manera en la que él ve a ‘Anna’, queriendo examinar su ansiedad, me hizo sentir algo realmente diferente, algo en lo que estaba muy emocionada de formar parte”, comparte Amy Adams.
Y es que una vez más la actriz entrega una contundente actuación, rodeada de un gran elenco. Nadie como ella para mostrar en una sola secuencia, una gama de emociones que nos hace sentir empatía por su personaje y que al mismo tiempo nos hace dudar de lo que ha sido testigo, si fue una alucinación o si de verdad vio un crimen.
La ambientación de la película está padrísima. La casa donde se desarrolla la historia retrata atmósferas donde suceden pequeños caos que hacen una analogía con la mente de la protagonista: inestable y obsesiva. La iluminación y la paleta de colores se amalgaman perfectamente a ese halo de suspenso que desarrolla el proyecto.
Por ahí decían en Twitter que Amy representa a esa vecina chismosa que se entera de todo lo que les pasa a los vecinos, y es cierto, claro, en un nivel detectivesco donde todo puede suceder y donde cualquiera puede ser el culpable de un asesinato.
