“Malcom & Marie”, narcisismo, visceralidad y pasión

Los amores compulsivos de la pantalla grande son mi pasión, porque a través de ellos podemos ver lo egoístas y ambiciosos que somos. Y ahora que Vi “Malcom & Marie”, lo refrendo. La cinta de Sam Levinson, rodada en julio del año pasado durante esta pandemia que nos sigue permeando, nos muestra el complejo ritual de las relaciones amorosas donde se requiere un poco de pasión, narcisismo y visceralidad para encender un proyectil en el que salen expulsados los demonios internos de los tórtolos en cuestión.

Si bien la cinta por momentos se torna John David Washingtonmonótona, son las interpretaciones de Zendaya y John David Washington las que levantan el ritmo de la película con diálogos que se convierten en monólogos que no dan tregua, ni a los actores ni a nosotros como espectadores. Necesitamos tomar aire para asimilar lo que estamos viendo y sintiendo, y poder hacer el ejercicio de la catarsis.

Esta es una historia intensamente dramática y romántica donde un cineasta (Washington) y su novia (Zendaya) regresan a casa después del celebrado estreno de su película, por la que espera un inminente éxito de la crítica y la taquilla. De repente, la noche da un giro cuando salen a la luz algunos detalles de su relación, y la solidez de su amor queda contra la espada y la pared.

El reclamo comienza porque el cineasta durante sus agradecimientos, no reconoció la labor de su novia, no la tomó en cuenta, aún y cuando parte de la trama de su película se inspira en ella, parecería banal la queja, pero “Marie” explica muy bien su descontento durante el entripado que está viviendo. Luego la discusión se torna en un juego peligroso de reproches y egoísmos.

“Malcom” se regocija en su egolatría como uno de los mejores cineastas, se siente incomprendido con la crítica aun cuando a ésta le ha gustado su trabajo, pero pronto “Marie” le pone los pies en la tierra. Luego él evidencia que sin su apoyo ella no hubiera salido de la adicción a las drogas en las que se encontraba, pero una vez más “Marie” le revira que hubo interés de por medio porque la situación le abonaba a la película que estaba desarrollando y que acaba de estrenar. Y de un momento a otro se están besando, acariciando y riendo, pero bastan tres segundos para que el caos reine de nuevo. Pareciera que todos huyen de las relaciones tóxicas, pero al mismo tiempo estas generan una extraña y dulce dependencia.

El director y el fotógrafo Marcell Rév, crean una oda a los grandes romances de Hollywood y que además expresa con total sinceridad la fe en el futuro de este medio. Los tonos blancos, negros y grises están espectaculares y las tomas donde vemos a los personajes desde ángulos como el de la ventana, la bañera o el patio, nos da la sensación de ser voyeristas, al mismo tiempo odiamos y amamos a los personajes porque nos muestran su humanidad, eso sí, con mucho glamour. ¿Qué te pareció la película?

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Kike Esparza

Soy un periodista apasionado del cine, la música y la moda. Tengo una obsesión por contar las horas y estornudar una y otra vez cuando tengo que tomar una decisión. Quiero ser como Carrie Bradshaw.

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En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

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