Toda historia tiene dos caras. Y si bien pudimos ver una muy interesante de Elvis Presley a través de los ojos de Baz Luhrmann en la biopic que protagoniza Austin Butler, ahora Sofía Coppola nos ofrece la perspectiva de Priscilla Presley a través de un filme intimista y decoroso que retrata la vida de una mujer que tuvo que ajustarse a una vida opulenta, pero llena de soledad y un machismo imperante de la propia época.
Los ídolos también tienen sus demonios y es lo que podemos ver en “Priscilla” donde Elvis Presley es ahora el personaje secundario a través de la interpretación de Jacob Elordi. La directora Sofía Coppola baja del pedestal a la leyenda del rocanrol donde lo podemos ver como muchos otros hombres que se desarrollaron bajo el yugo heteropatriarcal: inseguro, machista, manipulador e infiel, calificativos que no lo hacen una mala persona, pero que forman parte de sus claroscuros.
Y este lado b de una estrella tan carismática y seductora no la podríamos explorar sin Priscilla Presley, personaje clave en la vida de Elvis. Pero esta no es una cinta biográfica per se, es la trama de una mujer donde muchas otras se pueden sentir reflejadas. Priscilla, interpretada por Cailee Spaeny, es una cándida joven que tiene el deseo de trascender más allá de su aburrida vida del barrio en el que nació y una figura meteórica como Elvis representa ese mágico boleto para hacer realidad sus sueños.
Pero, ¿tú qué estarías dispuesto a sacrificar por cambiar tu vida? Priscilla por ejemplo, tuvo que sacrificar su libertad, la misma que buscó expandir al salir de su casa. Se transformó en lo que Elvis quería que ella fuera y la convirtió en su refugio, usándola a su disposición total en el momento en el que él la requería, tuvo que pasar por alto sus infidelidades y también tuvo que aguantar sus arrebatos violentos, misóginos y machistas mientras deseaba conservar su estatus de esposa de una celebridad.
Durante el desarrollo del filme, vemos como una relación de pareja se va desgastando hasta el momento en el que se rompe el hilo y ya nada queda, aunque previo, vemos una fuerte codependencia emocional que se hilvana con barbitúricos, alcohol y excesos. Sofía, como en sus anteriores filmes, de nuevo ofrece esa mirada de la inocencia que va transformándose a través de las experiencias en madurez, locura o emancipación.
Cailee Spaeny y Jacob Elordi hacen un trabajo extraordinario, representando fielmente esas relaciones enfermizas e idílicas por las que muchos han atravesado. La fotografía, la ambientación y la edición tienen ese toque sofisticado y elegante que Sofía desarrolla en cada uno de sus proyectos.
SINOPSIS
Cuando la adolescente Priscilla Beaulieu conoce a Elvis Presley en una fiesta, aquel hombre, quien para ese entonces ya es una meteórica superestrella del rocanrol, se convierte en una persona completamente insospechada en la privacidad: un amor electrizante, un aliado en la soledad y un mejor amigo vulnerable. Profundamente emotiva y llena de detalles arrebatadores, esta película es un retrato del amor, la fantasía y la fama.
