Aveces es muy cansado ser mamá

Reír a carcajadas y en cuestión de segundos estarme limpiando las lagrimas fue el acto de bipolaridad que viví hace un par de días mientras cenaba con mis hijos en un restaurante, me sentí un tanto loquita y apenada porque mis hijos me miraron confundidos y seguramente hasta la mesera se dio cuenta.

En ese momento lo único que quería y deseaba con muchas ganas era estar de vacaciones, lejos de casa, solo nosotros, tal vez en la playa, sintiendo la arena, el sol, y tener el servicio al cuarto. Sí, ese era al lugar al que me quería ir mientras estaba limpiando la limonada derramada por mi hija, además de que me fue imposible terminar un trozo de cheescake y una taza de café más frío que un té helado, porque definitivamente el café se enfría si te levantas tres veces al baño a llevar a tus bendiciones, la primera hacer pis, la segunda hacer popis y la tercera porque en la segunda no pudieron hacer.

Lo del café frío ya es costumbre, las vueltas al baño mientras tratas de disfrutar tus alimentos también me resultan muy familiar, como derramar las bebidas, pero perder el control, sentirme tan molesta –que creo que hasta me me estaba poniendo verde de lo ogro que me volví– fue algo que no me había sucedido, sumado a eso, sentir tanto cansancio físico que el solo hecho de pensar lo que me faltaba hacer al llegar a casa: como poner pijamas, cepillar dientes, leer cuentos, cosas de rutina tan simples, me sentía superada por el agotamiento.

Fueron pocos minutos en el que experimenté varias emociones, la risa fue cortesía de mi hija que se pone creativa con tantas frases en medio de los regaños de sus madre, el llanto frustrado porque quizá venia reprimiendo mi sentir días atrás, pero lo que más me puso en alerta es el agotamiento excesivo que he experimentado los últimos días, y leyendo sobre los síntomas del síndrome de “Burnout” (es una respuesta del organismo cuando ha estado sometido a un periodo de estrés intenso y prolongado, tanto del punto de vista físico como emocional), algunos de los síntomas emocionales son ansiedad, depresión irritabilidad y distanciamiento afectivo.

Y las que somos mamás podemos padecer este síntoma con más frecuencia de lo que creemos, y es que ser madre es un trabajo duro, no hay descanso, se trabaja 24 horas, 365 días sin vacaciones. Admiro y respeto a esas madres que salen todos los días a cumplir una jornada laboral y después regresan a casa a continuar con otra jornada más pesada y más importante, que es seguir siendo la madre de sus hijos.

Ser madre cansa y cansa mucho, vives alerta como un soldado en la guerra pendiente de cada ruido, de cada palabra, te desgastas mental y físicamente, yo no hubiera prestado atención a ese fuerte dolor en la nuca y los hombros, en ese estado de ánimo tan irritable y esos gritos de mamá regañona si no me hubieran pasado dos cosas que fueron el parteaguas para tomar una decisión para cambiar y volver a tener armonía en este camino de la maternidad, y eso fue mi experiencia de bipolaridad que les cuento al inicio y haberme quedado dormida al día siguiente que tenía un evento importante para mí y que desafortunadamente eso perjudico a un buen amigo.

Me di cuenta que ser mamá, además de ser el trabajo más agotador, también es el único que se paga con amor y gratitud de toda una vida, y que cuando dejamos de disfrutar esta labor, cuando nos sentimos molestas de cualquier cosa y somos poco tolerantes con nuestros hijos, debemos de tomarnos un respiro y priorizar nuestras tareas y hacer solo lo que en verdad es importante.

Tomarnos una o dos horas para nosotras tampoco nos convertirá en malas madres, al contrario, nos da más energías. Lee, ve al cine, cena con tu pareja, no debes dejarte siempre en segundo lugar.

Y también se vale que pidamos ayuda, siempre habrá alguien que nos pueda tender la mano, una hermana, una tía, las abuelitas que son lo máximo, y sino cuentas con familiares busca una buena niñera de toda la confianza y de vez en cuando se vale.

Y con mi experiencia puedo culpar a mi desorganización, lo que me hace terminar tan agotada, así que organizarnos ayudará bastante. Seremos madres toda la vida, y hacer nuestros deberes de mamá con gratitud y disfrutándolos, eso cambiara todo el panorama.

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Jaqueline Vidales

Soy una mujer de distintas facetas: creativa, profesional, esposa y madre. Amo a mi familia, valoro a mis amigos y disfruto del tiempo que paso con ellos. Abro mis sentidos a las experiencias más enriquecedoras de la vida.

RosaDistrito

En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

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