Las comedias mexicanas generalmente se desarrollan con la misma fórmula donde los protagonistas son whitexicans con problemáticas superfluas que generalmente toman como contexto a la Ciudad de México, así que cuando se estrena una más, a los espectadores ya nada nos sorprende. Así que cuando se llegó el lanzamiento de “Señora Influncer, cuyo tráiler y póster nos gritaban que sería una cinta más del montón, pues afortunadamente no fue así.
Esta es una comedia negra, bizarra, incómoda y sorprendente, nunca sabes qué va a pasar, lo que hace que mantengas el interés hasta su final. “Señora Influencer” es una cinta que divide opiniones, o la amas o la odias, pero tienes la necesidad de ver en qué va a acabar.
Ciertamente, no la volvería a ver, con una vez es suficiente, pero hay que dejar claro que en un momento donde se hacen comedias nacionales a granel con la misma hechura, que un filme como éste marque la diferencia, hay que destacarlo.
Escrita, producida y dirigida por Carlos Santos, cuya ópera prima fue la película “Chilangolandia” (2020). Ahora, el realizador mexicano ofrece un largometraje donde el público no quedará indiferente ante el uso y abuso de las redes sociales y el efecto que pueden tener en la gente debido a la fama tan efímera que se puede alcanzar y que puede tener consecuencias inimaginables.
De la noche a la mañana, “Fátima” (Mónica Huarte), una mujer en sus 40, se convierte en la influencer más famosa del momento. “Sofi” y “Cami” (Macarena García y Diana Carreiro), un par de jóvenes influencers, se intentarán aprovechar de la repentina popularidad de “Fátima” fingiendo ser sus amigas. En la misma medida que “Fátima” logra tener seguidores que la aman, atraerá gente que hace comentarios violentos escondidos detrás de una pantalla, sin saber que se burlaron del perfil equivocado. Además de Mónica, Macarena y Diana, en el elenco participan Bárbara Lombardo, Mau Nieto, Daniela Peña, Leonardo Daniel y Memo Dorantes.
La cinta hace una crítica social sobre lo superficiales que podemos ser todos al mostrar una vida “ideal” en nuestras redes sociales. Y cómo, quienes alcanzan el privilegio de la popularidad, entran a un juego bastante escabroso para tener la aprobación y el hate de los demás mediante las acciones y decisiones que muestra en pantalla. Llamar la atención nunca se volvió tan placentero y aunque duela, hay que sacar provecho de todo lo que sea posible, a pesar de ir en contra de tus convicciones.
