“House of Gucci”, un melodrama kitsch y encantador

La nueva película de Lady Gaga, “House of Gucci”, tiene una narrativa que evoca al humor negro y el melodrama, con toques de farsa y una estela muy kitsch sobre el concepto del mal gusto desde la opulencia. El elenco que reunió el director Ridley Scott, está increíble.

El concepto de la telenovela tiene mucho jugo, los culebrones llevan las emociones del personaje al límite, pero en “House of Gucci”, estas son mejor delineadas por el ritmo tan ácido y provocador que se desarrolla durante toda la trama. Todos los actores, sobre todo Lady Gaga y Jared Leto toman a la exageración como el punto más atractivo de sus interpretaciones, ambos músicos metidos en la piel de Patrizia Reggiani y Paolo Gucci, respectivamente, son arrolladores.

El personaje más contenido en esta estela melodramática es Adam Driver como Maurizio Gucci, pero llega a tal límite el mismo personaje que sucumbe deliberadamente al mood de lo kitsch, y simplemente es espectacular.

Mención aparte es Salma Hayek, su participación es corta pero inolvidable. Junto a Lady Gaga forman una complicidad sórdida y encantadora a la vez. Tiene las escenas más bizarras y solo importa el carisma de las dos para que la pantalla se ilumine, nunca fue tan placentero ver cómo gestar un crimen mediante la mitomanía.

No es muy usual que una villana de la vida real sea la protagonista de una película y tampoco, al menos desde mi experiencia, me había tocado ver como una historia basada en hechos reales se regocija en el formato del melodrama. “House of Gucci” se basa en el libro de Sara Gay Forden y los guionistas Becky Johnston y Roberto Bentivegna le han dado una frescura maravillosa al guion.

En la película, todos los personajes son retratados como ricos con mal gusto, y no es desdén, es un piropo. Si bien la marca Gucci como tal representa el lujo y lo aspiracional, es un contrapunto que la excentricidad sea otro personaje dentro de la misma trama.

Si bien en ciertos momentos la película se aletarga, en general resuelve muy bien esos huecos, todo gracias también al magnetismo de Lady Gaga y es que cuando no está en escena, como espectador quieres verla, quieres saber qué está tramando.

Sí considero que faltó una escena donde Gaga reventara toda esa vena dramática que tiene y que aún no tenemos la fortuna de ver, pero ella justifica muy bien esta situación, pues resalta que en una época como la de los 80, en este contexto, dominada por empresarios de la moda, Patrizia, aunque ambiciosa, estaba limitada por la estela del machismo y la misoginia, incluso su esposo le hacía ver cada que podía que aunque se relacionara con la familia Gucci, ella no era un miembro más. Y supongo que por eso y otras cosas más, la llamada “Viuda negra” buscó su revancha. En ese sentido, la contención también fue un elemento importante en la representación de Gaga como Patrizia, y eso es muy loable, estamos ante una gran actriz, de eso no cabe duda.

No sé si la cinta destacará en las nominaciones al Oscar, pero al menos Salma Hayek sí merece una como actriz de reparto, y claro que Gaga con tal confianza podría presumir una nueva nominación como mejor actriz después de “A star is born”. Patrizia le vino como anillo al dedo, la cantante es tan enérgica, glamorosa y audaz, que el personaje fue un dulce para ella.

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Kike Esparza

Soy un periodista apasionado del cine, la música y la moda. Tengo una obsesión por contar las horas y estornudar una y otra vez cuando tengo que tomar una decisión. Quiero ser como Carrie Bradshaw.

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En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

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