Amo los musicales y si Meryl Streep y Nicole Kidman son parte de ellos, todavía mejor. “The Prom” es una gran película musical arropado por Ryan Murphy, cuyo emblemático elenco hace brillar al talento emergente que abraza una trama de dos chicas que quieren amar libremente, pero que están siendo coartadas por su propio pueblo.
En la trama, “Dee Dee Allen” (Meryl Streep) y “Barry Glickman” (James Corden) son dos estrellas de teatro cuyo espectáculo en Broadway resultó ser un gran fracaso. Así que tendrán que dignificar sus carreras, porque les sobra ego, pero les falta empatía.
En Indiana, “Emma” (Jo Ellen Pellman), se enfrenta a la represión, quiere ir al baile de graduación acompañada de su novia. El director de la escuela (Keegan-Michael Key) la apoya, pero (Kerry Washington), la presidenta del círculo de padres y maestro, no.
“Dee Dee” y “Barry” deciden que la situación de “Emma” es la causa perfecta para recuperar su imagen dañada, así que se lanzan a la carretera junto con “Angie” (Nicole Kidman) y “Trent” (Andrew Rannells) para hacer justicia. Así que se levanta un alboroto mediático para que la joven puedan asistir sin temor de ser discriminada.
Meryl está impecable, luce como una autentica diva del teatro, el personaje la hace verse vibrante, radiante y rejuvenecida, demuestra una vez más porque sigue siendo la reina de Hollywood, pues aun cuando es la máxima estrella que todo el mundo admira, sigue siendo una mujer con los pies en la tierra.
La dupla que hace con Nicole Kidman es alucinante, dos divas en una misma cinta no se ve todos los días. Sin embargo, su personaje lo desarrolla a cuadro la mayoría de las veces con James Corden, quien entrega una actuación convincente y divertida. Hay que resaltar la labor histriónica de Andrew Rannells, qué buen bailarín es también.
Sabemos que Ryan está desarrollando una serie de contenidos para Netflix y de momento no ha decepcionado, creo que apuesta es incluir a personajes LGBT en tramas e historias que no sean de nicho, es decir solo para nuestra comunidad, que las puede disfrutar cualquiera, pero que sigan teniendo este sello queer que tanto nos encanta… y así ha pasado.
Jo Ellen Pellman y Ariana DeBose, la pareja joven de la trama, tiene mucha frescura y química en pantalla, es irremediable no querer ayudarlas en esta batalla que están por librar. Las canciones también son lindas y pegadizas. Vale mucho la pena ver este filme que alegra el corazón.